Aunque la menopausia es algo que todas las mujeres del mundo van a sufrir en algún momento de sus vidas, pocas son conscientes de los problemas que ocasiona este estado del cuerpo. No nos referimos sólo a los conocidos calores, hablamos de problemas y dolores en los huesos asociados a la menopausia.
¿Qué es la menopausia?
La menopausia es el periodo de vida en el que el aparato reproductor femenino deja de producir hormonas como el estrógeno y la progesterona. Suele ocurrir de manera natural a partir de los 45 años, y suele ir acompañada de la retirada del periodo menstrual.
Podemos hablar de diferentes fases que se pasan, desde que empiezan los síntomas hasta la retirada del periodo o asentamiento de la menopausia, entre las cuales destaca la premenopausia. La perimenopausia es el periodo inicial, de unos 5 años de duración durante el cual se desarrolla la transición hacia la menopausia.
Durante la menopausia, se producen cambios físicos y psíquicos, tales como la prolongación de periodos entre menstruaciones, sequedad de la piel, cambios bruscos de peso y debilitación de la masa ósea, así como cambios emocionales o pérdida de la capacidad de atención.
Los efectos serán más precoces en el caso de mujeres fumadoras, sujetas a situaciones de estrés o en mujeres operadas de útero y ovarios.
Principales síntomas de la menopausia
Los síntomas más comunes de la menopausia que se desarrollarán en las fases previas y en el propio periodo serán:
- Alteraciones en los periodos menstruales: la persona notará cambios temporales en sus ciclos, pudiendo ser más largos o cortos. Además, el flujo de la menstruación puede ser notablemente más abundante o ligero.
- Sofocos o sudoración nocturna, cuyos síntomas dependerán de cada persona.
- Insomnio o dificultad para dormir, que normalmente se relaciona con el síntoma nombrado anteriormente, aunque hay veces que no tiene un factor determinante.
- Sequedad e infecciones en la vagina, además de incontinencia urinaria a causa de la disminución de estrógenos.
- Cambios de humor originados por los cambios hormonales, además otros problemas que afectan a la salud mental de la persona como la baja autoestima, tristeza o irritabilidad.
- Caída de cabello y disminución del vello facial también debidos a la disminución de estrógenos.
- Pérdida de la capacidad de atención y concentración.
Las dolencias óseas más comunes originadas por la menopausia
Osteoporosis derivada de la pérdida de masa ósea tras la menopausia
La osteoporosis es una enfermedad sistémica caracterizada por el debilitamiento y disminución de la masa ósea, que se acentúa con la menopausia debido al cese brusco en la producción de estrógenos por parte del organismo femenino.
Habrá otros factores de riesgo como pueden ser la edad avanzada, el tabaco, la delgadez extrema o los antecedentes familiares de fracturas que también favorecerán la aparición de esta dolencia ósea.
Para evitar que la osteoporosis empeore, algunos de los consejos recomendados son la ingesta de alimentos que contengan grandes cantidades de calcio y vitamina D, usar cremas con alta protección solar y evitar el consumo descontrolado de alcohol y tabaco.
Desgaste articular por degeneración del cartílago
Aproximadamente, un 80% de las mujeres que sufren menopausia, tiene dolores articulares, casi la mitad de ellas de manera intensa y difícil de soportar tal y como refleja uno de los estudios realizados por la Asociación Española para el Estudio de la Menopausia.
La artrosis es una enfermedad invalidante que afecta en mayor número a mujeres que a hombres, sobre todo a partir de los 45 años, edad en la que se intensifica esta prevalencia.
El descenso de las hormonas es una de las causas principales de la artrosis, es decir, del desgaste del cartílago articular. Las zonas del cuerpo más comunes para sufrir esta dolencia son las manos, rodillas, caderas y la columna vertebral.
Inflamación de las articulaciones causada por la menopausia
La inflamación de las articulaciones está causada principalmente por los cambios hormonales durante la menopausia, así como por la deficiencia de algunas sustancias en el organismo, como pueden ser el calcio y la vitamina D.
Para evitar que la artritis reumatoide empeore, lo mejor será un cambio hacia un estilo de vida más saludable, evitando someter a las articulaciones a extremos como el sedentarismo o el esfuerzo excesivo en las articulaciones. No existe un tratamiento que la elimine, pero sí que ayude a convivir con ella con un buen nivel de calidad de vida.
Consejos para evitar el dolor en articulaciones y huesos tras la menopausia
Al igual que en todos los trastornos del organismo y enfermedades, cada mujer será diferente y sufrirá los posibles síntomas de la menopausia de una manera y con una intensidad diferentes. Aún así, hay una serie de consejos o recomendaciones que será comunes para conseguir que todas ellas lleven una vida con la calidad suficiente y consigan convivir con la menopausia. Algunos de ellos son:
- Hacer ejercicio moderado y de manera regular. Evitar el sedentarismo ayudará a mantener la salud cardiovascular y el bien estado del sistema muscular, retrasando la aparición de posibles problemas.
- Crear una rutina alimentaria saludable, evitando alimentos que favorezcan el colesterol o la hipertensión.
- Moderar el consumo de alcohol, tabaco y café ayudará a disminuir los estimulantes externos al cuerpo y, por tanto favorecerá el estilo de vida saludable buscado.
- Controlar los niveles de calcio e ingerir alimentos que contengan cantidades suficientes de este mineral para conseguir que los deterioros de huesos y articulaciones se retrasen y, en caso de aparecer, sean más leves.
- Realizar controles periódicos de tensión arterial, colesterol y glucosa para poder detectar cualquier alteración.
Las mejores pruebas diagnósticas para tratar problemas óseos causados por la menopausia
Las radiografías son la prueba de diagnóstico para detectar anomalías en los huesos, cuando las zonas presentan dolor o se sabe que la zona ha sufrido un traumatismo. Son muy útiles, pero no ayudarán a detectar ciertas enfermedades anteriormente nombradas.
En caso de que el problema se trate de debilitamiento óseo, la prueba de diagnóstico más adecuada será la densitometría ósea, que detectará enfermedades como osteoporosis o para predecir el riesgo que pueden presentar los huesos a sufrir una lesión.
También las ecografías son usadas como método de diagnóstico de inflaciones en las articulaciones o en los tendones (y alrededor de los mismos), pero no es tan fácil de interpretar, por lo que requerirá personal especializado.
La menopausia es un período por el que pasarán todas las mujeres, de diferente manera y diferentes niveles, por lo que será muy importante diagnosticar las posibles dolencias derivadas lo antes posible y mantener un estilo de vida que saludable.