Se conoce como ATM a la articulación temporomandibular, es decir, aquella que conecta los laterales de la cabeza con la mandíbula. En muchos casos, sufre alteraciones como consecuencias del estrés o de traumatismos. Por eso, es importante un correcto diagnóstico para aplicar el tratamiento más adecuado en cada caso, siendo la resonancia de ATM, una de las pruebas más diagnósticas más empleadas.
¿En qué casos se realiza una resonancia de ATM?
Existen numerosas situaciones, en las que un paciente puede ser sometido a una resonancia de ATM. Cuando el paciente acude al traumatólogo especialista manifestado dolor o alteraciones en la mandíbula, se realizará una exploración física, de la zona en la que se observarán aquellos puntos en los que se manifiesta mayor grado de dolor. En muchos casos, será necesario realizar pruebas complementarias, que amplíen la información de la que se dispone. Las pruebas diagnósticas más habituales son la radiografía y la resonancia de ATM.
En la mayoría de los casos, la resonancia de ATM, se realiza en pacientes con bruxismo, es decir, aquellos que, como consecuencia del estrés, deslizan las muelas de arriba contra las de abajo, ejerciendo presión y pudiendo provocar dolor o inflamación en la mandíbula.
En otros casos, la resonancia de ATM, se utilizará para detectar malformaciones congénitas que impidan el correcto desarrollo de la articulación temporomandibular. Así como, en aquellas ocasiones en las que el paciente haya sufrido una fractura o una rotura ósea, como consecuencia de un traumatismo.
Patologías detectables en una resonancia de ATM
Una vez que el paciente ha sido sometido a la resonancia de ATM, el especialista adecuado, estudiará los resultados obtenidos, con el objetivo de elaborar un diagnóstico completo. Algunas de las lesiones detectadas con mayor frecuencia mediante la realización de esta prueba están relacionadas con malformaciones mandibulares que, en la mayoría de los casos, están relacionadas con causas genéticas.
En otros casos, como consecuencia del bruxismo, se puede detectar la existencia de un desplazamiento mandibular, que puede afectar a la mordida y a la salud bucodental del paciente.
Por último, la resonancia de ATM, permite diagnosticar hipertrofia muscular mandibular. Es decir, un aumento de volumen en los músculos maseteros, que puede causar asimetría facial, ya que uno de los músculos puede estar más desarrollado, así como, desgaste de muelas y dientes.
¿Es necesaria una preparación específica para una resonancia de ATM?
En el caso de que el paciente vaya a ser sometido a una resonancia de ATM, no tendrá que realizar una preparación específica para dicha prueba. Simplemente, deberá seguir las indicaciones del personal del centro.
Es recomendable, informar en caso de pacientes claustrofóbicos. De esta forma, el especialista, podrá valorar el suministro de un sedante que facilite la realización de la resonancia de ATM.
Cómo se debe colocar el paciente en una resonancia de ATM
En cuanto a la postura que el paciente debe adquirir durante la realización de la resonancia de ATM, se deberá colocar tumbado bocarriba en la camilla, relajando la musculatura y colocando los brazos a ambos lados del cuerpo.
Posteriormente, la camilla será introducida en el interior del tubo en el que se encuentra el campo magnético, cubriendo por completo la cabeza del paciente para proceder a la realización de la prueba.
Aspectos a tener en cuenta antes de una resonancia de ATM
A la hora de realizar una resonancia de ATM, no existen aspectos específicos que el paciente deba tener en cuenta. Simplemente, deberá informar en caso de portar un marcapasos, para que el personal del centro confirme que su dispositivo es compatible con la realización de la misma.
Como se ha explicado, ante la aparición de dolor o inflamación mandibular es importante acudir a un especialista que estudie la sintomatología del paciente. Al hacerte una resonancia magnética de ATM en Madrid en nuestra clínica de Getafe, contarás con la tecnología más puntera en materia de pruebas de diagnóstico por imagen.