
¿Qué es una Resonancia Magnética?
La resonancia magnética es una prueba de diagnóstico por imagen, no invasiva, que consiste en un imán superconductor que, mediante ondas y un ordenador, es capaz de leer las señales de los átomos del cuerpo y transformarlas en imágenes detalladas de los órganos internos, huesos y tejidos blandos del cuerpo. También se le conoce como resonancia magnética de alto campo o de 1.5T.
Al hablar de resonancia magnética de alto campo, se hace referencia a las máquinas de resonancia con forma de tubo cerrado de unos 60 o 70 centímetros de ancho. Los teslas, son la potencia del imán, que determinará la calidad de las imágenes obtenidas. De esta forma, se puede decir que, a mayor cantidad de teslas, la calidad de imagen será mejor, teniendo en cuenta la influencia de otros factores, como, por ejemplo, la digitalización de la imagen.
Mediante la resonancia magnética se pueden estudiar y observar los diferentes órganos del cuerpo. Desde patologías de rodilla, hasta hernias discales de espalda (mediante la resonancia lumbar), así como, lesiones de menisco o roturas fibrilares. Se obtienen cientos de imágenes o cortes de los tres planos del espacio, que proporcionan toda la información necesaria para el estudio de la zona anatómica que se precise.
Un médico especialista en radiología, realiza un informe exhaustivo a partir de las imágenes obtenidas en la resonancia magnética de la zona afectada. Dicho informe, junto con las imágenes obtenidas en la resonancia, estará disponible para su recogida 24 horas después de la realización de la prueba, así como, en el portal del paciente, donde se podrá descargar o ver de forma online.
Al contrario que otras pruebas radiológicas, la resonancia magnética es una prueba diagnóstica que no tiene radiación, siendo completamente segura e indolora para el paciente.